En esta ocasión se ha modificado la actividad para que potencie el uso coordinado de las dos manos trabajando al mismo tiempo las articulaciones superiores.
La actividad es cotidiana y clasificada por María Montessori como "Actividad de la vida diaria", se trata de tender la colada.
Cierto es que además de todos los beneficios físicos que proporciona esta actividad a mi principito también le conciencia y le prepara para las tareas de casa además de ser, en estos momentos, un juego.
Nuestros niños nos han visto tender la colada en numerosas ocasiones por lo que no hay que explicar nada, solo preparar bien los materiales y dejarles hacer.
Hay que tener en cuenta que se puede utilizar un tenderete de interior o bien una cuerda atada a dos sillas o similar, pero independientemente del sistema que utilicemos tiene que estar a la altura de los hombros del niño. En mi caso un tenderete; mi principito está muy alto.
Como siempre cuanto más real y atractivo mejor funcionará, así que un bonito cesto lleno de calcetines que ya se le han quedado pequeños y pinzas distintas por la fuerza de agarre.
No os desaniméis si el niño no tiende la ropa en un plis-plas, y te cuenta mil y una batallas, se queje de dolor de dedos etc. hasta que consigue, en el mejor de los casos, finalizar la tarea de tender 15 calcetines.
Todo dependerá del grado de atención y concentración que consiga poner en el juego.
En el gusto por la imitación vendrá la posterior repetición que seguro que será otro día.