Panallets... motricidad fina

Esta es una ocasión excelente para trabajar aspectos de la vida diaria y potenciar al mismo tiempo destrezas relacionadas con la motricidad fina.
Y no hay que olvidar lo que se disfruta y también se comparte en la cocina, ese espacio organoléptico por excelencia. 
Eso sí, antes de probar los dulces hay que limpiar y esta parte también le gustó mucho a mi Principito!!

Aquí os dejo unas fotos de nuestro rato de trabajo y ocio; por cierto los "panallets" salieron buenísimos. 
Os animo a imitarnos. ¡Qué aproveche!


Carreteras... destreza viso-manual

"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos. El Principito"


Llevamos varios días introduciendo un juego para adquirir destreza en la coordinación viso-manual. Como mi Principito de 4 años está interesado en los coches de rescate: ambulancias, bomberos, etc. así que jugamos a seguir una carretera muy complicada llena de curvas. 
Las reglas son simples; hay que ir despacito intentando no salirnos de la carretera y dibujar con el movimiento de la mano, agarrando el coche, el trazado de la carretera. 
Lo primero es motivar a seguir este juego. Solito es imposible así que, el papá o yo vamos con otro coche detrás o delante para animar a este movimiento.
Al niño no le convence porque le cuesta, no es fácil para él y prefiere que "el coche corra mucho por una recta" como él dice.
De hecho el ejercicio, en un primer nivel consiste en mover el coche todo el recorrido con la mano derecha y después el mismo recorrido con la mano izquierda.
La apariencia de la carretera también es importante. Primero lo probé con lo más fácil y barato: cinta de colores, para delimitar zonas, con pega, a modo de cinta de pintor, con la que  pegaba y cortaba a modo de carretera. No convenció. El Principito duró 2 minutos de reloj.
Así que dediqué un buen rato a fabricar con papel, rotuladores, pegatinas y acetato transparente una atractiva carretera. Aquí os dejo las fotos del tutorial.

Está ha convencido más. Y la he hecho bien larga para que tengamos que trabajar también nuestro movimiento corporal en el suelo. ¡Todo es aprendizaje!
                             


Masa lunar

Hoy necesitábamos una actividad relajante después de tanto movimiento y aquí la hemos encontrado. Montarla ha sido un ratito de nada y mi Principito de 4 años ha estado entretenido casi 2 horas con esta divertida masa sensorial.
Hemos mezclado dos ingredientes: Harina de maíz y espuma de afeitar sin aroma. Nada más. Dos ingredientes fáciles de encontrar en cualquier supermercado y muy baratos.
La mezcla es totalmente experimental porque cuesta bastante medir cuánta espuma de afeitar hemos puesto así que se trata de probar.
Se tarda un rato en obtener una mezcla compacta, pero se consigue.
Las sensaciones que hemos obtenido han sido muy placenteras primero la esponjosidad y ligereza de la espuma de afeitar que al mezclarla con la textura harinosa de la maizena nos ha ido dando esa masa blandita, fácil de manejar. En apariencia es como la arena de esas playas tropicales pero con ese blancor tan intenso que nos ha recordado a la luna.
Hemos jugado sin parar metiendo las manos, moviendo los deditos y después hemos escondido pequeños juguetes y hemos terminado con una pala a modo de coche lunar. ¡Todo un éxito!
Lo mejor es que todavía podemos disfrutar de ella mañana, está guardada en un bote de plástico en la nevera.

Jugando con espuma de afeitar y canicas

Los juguetes con los que mi Principito de 4 años es capaz de tener un ratito de concentración, diversión y calma son los que le propongo a través de "cajas sensoriales". 
En esta ocasión hemos utilizado espuma de afeitar con aroma aloe vera y canicas con dibujos de personajes de la tele de Bob Esponja y Dora la exploradora.
La espuma de afeitar es muy suavecita y  nos aporta las sensaciones de ligereza y cremosidad, también nos atrapa la visión con ese blanco tan perfecto sin ninguna manchita y que decir de su olor con matices dulces y verdes del aloe vera. Nuestras fosas nasales estaban bien entretenidas.
Utilicé la actividad sensorial para introducir reglas sencillas y clasificar. Todo es aprendizaje. 
En esta ocasión yo misma preparé la actividad, necesitaba algo rápido para disfrutar y sosegarnos. Así que en cinco minutos de reloj ya estaba lista. 
Ya dispuestos a buscar, lavar y finalmente a clasificar... todo un éxito. "25 minutos de pura diversión".